Todos tenemos la intuición de que utilizar el teléfono móvil puede producir enfermedades. Emite radiación electromagnética, tiene mil tipos de conexiones sin cables -WIFI, 4G, Bluetooth…- y una batería que a saber lo que lleva dentro. Por eso siempre nos hemos preguntado, a la hora de comprar un smartphone, cosas como: ¿El uso del móvil puede producir cáncer? ¿Hay algún otro efecto secundario? Vamos a verlo.
Después de comentaros cómo liberar espacio en el móvil y algunos trucos imprescindibles para Whatsapp nos metemos en un tema un poco más delicado. Como es un tema, seamos mayores o jóvenes, en el que cada uno puede tener una experiencia distinta, os animamos a compartirla con nosotros en los comentarios estéis o no de acuerdo con lo que se comenta. Aun así, veréis que hemos intentado poner links de fuentes más o menos serias que apoyen los argumentos que damos, para que podáis leer más sobre el tema si os parece interesante.
Lo primero de todo es señalar que la paranoia no es buena. Los que somos más mayores o de la tercera edad solemos tener una aversión a los cambios que nos llevan a imaginar que todo lo nuevo y lo que parece ‘mágico’ -y no me digáis que muchas funciones de los móviles o tablets no lo parecen- tiene que tener algún efecto perjudicial para la salud. Todavía recuerdo a un familiar muy cercano, de avanzada edad cuando ocurrió lo que os voy a contar, que, al ver por primera vez un microondas me dijo: no lo mires mientras está funcionando que produce cáncer.
En este artículo vamos a intentar analizar qué enfermedades puede producir el uso del teléfono móvil y en qué cosas debemos tener cuidado.
Cáncer, tumores y similares
La radiación electromagnética siempre ha estado asociada a este tipo de enfermedades. En el caso de los móviles y celulares utilizan campos electromagéticos en el rango de la radiofrecuencia. Se trata de una radiación no ionizada (a diferencia de las radiaciones de los Rayos-X, por ejemplo), igual que en los casos de los radares o las microondas.
Esta pregunta es constante no solo en las personas que hablan mucho con el teléfono móvil o celular, sino también en aquellos que, como yo, lo guardamos en el pantalón cuando salimos a la calle. Es inevitable preguntarse si, al estar tan cerca de algunas zonas ‘sensibles’ -sí, en mayores con tablet somos muy finos, qué pasa-, es más probable que aparezca un tumor testicular, de próstata o similares.
Mientras que las radiaciones ionizadas sí que está demostrado que aumentan el riesgo de padecer un cáncer o tumor, no existe evidencia (por ahora) de que las no ionizadas lo produzcan.
Han aparecido durante el 2016 algunos estudios que reconocen resultados en sentido contrario, pero todavía no han sido revisados y aprobados por la OMS, por lo que cabe la posibilidad de que no sean lo suficientemente rigurosos.
Otros efectos secundarios que podrían darse debido a la exposición a esta radiación tampoco han sido concluyentes. Aunque nunca es recomendable abusar -y desde Mayores Con Tablet recomendamos siempre la moderación no solo en el uso del móvil, sino en cualquier cosa-, sí que es cierto que científicamente no se ha demostrado todavía que el cáncer pueda ser una consecuencia del uso del teléfono móvil.
En pocas palabras, dentro del mundo de los tumores en ocasiones nos preocupamos mucho por este tipo de potenciales focos, cuando dedicarse a una buena alimentación, dejar de fumar o practicar deporte es muchísimo más beneficioso.
¿Y qué pasa por cargar el móvil cerca?
De la radiación emitida por el móvil ya hemos hablado en el punto anterior. En relación a los cables y a la conexión con la red eléctrica, el móvil funciona exactamente igual que cualquier otro aparato eléctrico, generando un campo electromagnético a su alrededor cuando lo conectamos a la corriente. Lo mismo sucede con los ordenadores, despertadores, etc.
En relación a la batería, y salvo defecto de fábrica, esta no desprende ningún tipo de elemento perjudicial. Eso sí, para evitar problemas -no es la primera vez que los vemos- es recomendable comprar móviles o tablets de marcas de confianza y, siempre, en tiendas que cumplan todos los estándares exigidos por la normativa -tanto ellas como sus productos-.
¿Produce el móvil estrés?
El estrés es una de las grandes enfermedades del siglo XXI. De hecho está reconocido como causante de la mayor parte de las muertes de personas -ni qué decir tiene lo especialmente importante en casos de personas mayores o de la tercera edad-, al ser el detonante de hipertensión, esclerosis y algunos casos de cáncer. El estrés sí que debe ser algo que tengamos en cuenta quizá no cuando compremos un teléfono móvil, pero sí en su uso diario.
El uso del teléfono móvil es un foco de generación de estrés por varias razones:
– Estamos todo el tiempo conectados consultando lo que nos dicen otros, lo que dicen de nosotros otros y cualquier actualización del entorno.
– Estamos pendientes de él constantemente, lo que nos hace tener la sensación de que vibra cuando no vibra (vibración fantasma), tener pavor a que se nos acabe la batería, etc.
– Trasladamos estos miedos a todas las personas que nos rodean: familia, amigos, etc, lo que genera un círculo vicioso del estrés.
– Lo último que miramos antes de dormir es el móvil (el email, el whatsapp, etc.) lo que nos activa y nos impide conciliar el sueño con normalidad. Para colmo, también es lo primero que miramos al despertarnos.
– No desconectamos de nuestro trabajo. Nos llevamos los móviles con nosotros y, con ellos, el correo profesional. Hay que ser conscientes de que, savo casos muy puntuales, debemos saber diferenciar entre la vida personal y la profesional para reducir el estrés y poder descansar mejor.
Además, el estrés provocado por las redes sociales y las actualizaciones de las personas que nos rodean -que, como ya sabéis, solo enseñan la parte positiva de su vida, lo que tiende a hacernos infelices-, se ve potenciado por la conexión constante de los teléfonos móviles. Así que sí, el móvil produce altos grados de estrés y puede ser una de las causas no solo de infelicidad, sino también de otras enfermedades más serias.
Conclusión
El teléfono móvil sí que es foco de potenciales enfermedades, sobre todo de tipo psicológico. Para evitarlas deberemos establecer un control sobre cuándo utilizar el teléfono y cómo, respetando nuestros tiempos biológicos -no consultándolo a todas horas ni mucho menos en la cama justo antes de ir a dormir- y respetando, también, a las personas que nos rodean.
Imágenes, entre otras, de Freepik.
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